1912- 1922. (Las fechas son
inciertas porque corresponden a dos viajes hechos por un tío abuelo marino).
Otras seis tarjetas postales al aguafuerte. Grabadas en planchas de cobre mediante
mordiente holandés casi seguro al ser alemanas, e impresas una a una a mano.
“ECHTE KUPFERRADIERUNZ MIT HANDPRESSENDRUCK” dice al dorso: “original de cobre
grabado impreso en la prensa a mano”. Todos los mordientes que llevan ácidos
son diluidos en agua, además incorporan otros agregados, el “aguafuerte” o
mordiente debe adecuarse al metal que se trabaja. Los ácidos fueron
descubiertos por los árabes alrededor del siglo VIII y mezclados, manipulados y
desarrollados por los alquimistas medievales. Se emplearon los ácidos
(ácido en general, o sea toda sustancia corrosiva o aguafuerte) en la
decoración de armas y armaduras, sobretodo el ácido clorhídrico (ácido
sulfúrico o vitriolo + sal común). De allí viene el aguafuerte, porque se
sacaba una estampa del dibujo grabado en la armadura, para repetirlo en otra
oportunidad.
El grabado al aguafuerte tuvo
una importancia enorme, los gobernantes se hacían retratar para que las
ediciones inundaran el reino con su imagen tutelar, la cual primaba en toda
oficina o salón público. En el Río de la Plata, Fernando VII fue reemplazado
por un aguafuerte de Manuel Belgrano (ya muerto), esa imagen presidía los
cabildos del interior del nuevo país.
La impresión en huecograbado (la
tinta se aloja en trazos huecos grabados por el ácido) es de las más difíciles
que hay, si se quiere un resultado claro y limpio como los ejemplos estudiados.
Medidas del papel: 9,50 cm x 14 cm. Las imágenes tiene segura apoyatura
fotográfica, pero luego de su traslado a la chapa matriz y su realización
gráfica en manos de un grabador, tienen la calidad y minuciosidad selectiva del
mejor dibujo.
Todos los edificios de Bremen
fueron destruidos por 890.000 bombas en 173 bombardeos en la Segunda Guerra Mundial,
según Wikipedia, así que si algunos de los que aparecen en las tarjetas
postales está todavía en pie, ha sido restaurado o directamente reconstruido.
Archivo Benavidez Bedoya.