viernes, 30 de mayo de 2014

El Tablero de Júpiter. La Melancolía.

El Tablero de Júpiter, la Ménsula Jovis, el Sello de los planetas, el talismán de Júpiter, Juvans Pater, padre joven que encarceló al suyo en el fondo de la tierra, a Saturno que lo quiso devorar y por eso lo destronó. Tal como al padre Saturno se lo habían anticipado y por eso se comía a sus hijos. La Melancolía sueña con el trofeo de la Gran Obra, la Piedra Filosofal que contiene la Tetracto o el Tablero que contiene el siete, 3 + 4 = 7. Según la fórmula de Paracelso, gran alquimista, la Ménsula Jovis debía estar: ”forjada sobre una placa redonda del estaño más puro de Inglaterra. En una de sus caras se estampará la cifra misteriosa del planeta que hace el número 34 y en su reverso se grabará el signo jeroglífico del planeta. Con los troqueles se comenzarán a imprimir sobre la placa los signos misteriosos cuando sea favorable la constelación del planeta, entrando la luna en el primer grado del signo de Libra y Júpiter concordando con el Sol”. Los tableros de cuatro columnas son atribuidos a Júpiter, los de ocho a Mercurio, los de siete columnas a Venus, los de cinco a Marte, los de nueve a la Luna y los de seis al Sol. Los siete planetas conocidos entonces eran Venus que representa el cobre, el Sol que representa el oro, Saturno que representa el plomo. Mercurio que representa el mercurio, Júpiter que representa el estaño, la Luna que representa la plata y Marte que representa el hierro. El estaño era muy escaso, los romanos agotaron el español y fue Inglaterra y Checoslovaquia quienes lo suministraron hasta el Renacimiento. Con el estaño aleado al cobre se consigue el bronce, por eso su importancia económica. El Tablero de la Melancolía es un sistema determinado de ecuaciones con un solo resultado: 34. Todas las columnas suman 34. Todos los cuadrantes suman 34. Las diagonales suman 34, el cuadrante del centro también suma 34. El sistema se pliega sobre sí mismo suma o restando, tiene reversibilidad aritmética y geométrica, esta última muestra las propiedades estereonométricas de los números, o sea las propiedades de los números de producir figuras y poder invadir el espacio. Concepto pitagórico muy antiguo. La figura resultante uniendo con una línea la serie desde el 1 hasta el 16 es la que se puede ver en la ficha, cerrándola en los segmentos: 5- 16 y 1- 12 se consigue la figura que plegada cuatro veces sobre sí misma produce justamente un cuadrado. Texto y fichas: Alfredo Benavidez Bedoya. (Continuará)