sábado, 11 de junio de 2011

El Mundo al revés. 2.


Grabados en madera iluminados a mano. Editados en Paris.
El primer grabado dice en su epígrafe:
“El hombre que lleva al caballo”. Lo lleva mientras su caballo reproduce la clásica posición de “puedo parame en dos patas” que adoptan los caballos, que portan próceres, que necesitan señalar el camino a sus soldados, para que encuentren una muerte gloriosa en su honra. El segundo grabado en su epígrafe nos dice:
“El niño que corrige a su preceptor”. Es este caso harto más complicado de reseñar por estar el niño en cuestión, orinando con su pequeño pene las nalgas de su preceptor. Tratándose del Mundo al revés, tal vez eso de orinarle las nalgas a los niños era costumbre de corrección disciplinaria, o es tal vez una forma de expresar el abuso infantil de los preceptores compensado en este caso por el niño con su inocente orinar el culo de su Maestro, responsable del cumplimiento
de los Preceptos. Digo, por eso de Preceptor.
Reseña bibliográfica
Título: Le Monde a l’ envers.
Autor: Frederick Tristan
Editorial: Hachette
ISBN: 2.01.007511.0
Año: 1986
Escher, grabador por todos Ustedes conocido y muchos otros artistas occidentales,
han tratado de explicar el Mundo por sus antípodas y han creado sistemas de referencia donde los usos y las costumbres se alteran hasta las antípodas, éste el caso de estos grabados en madera iluminados a mano, de fines del siglo XVIII en Francia.
Selección y archivo: bb