miércoles, 10 de junio de 2015

El grabado de la escalera grande.

El grabado de la escalera grande.
Si bien a los que dibujamos escaleras nos adjudican influencias del grabador holandés Escher, o del maestro Piranesi creador de la sensación e idea de infinitud y repetición visual, que luego desarrollaría el mismo Escher. Si bien es cierto que estas influencias existen, porque ambos son excelentes grabadores, no las son menos las de otros grandes que me han influído como: Durero, Goya, todo el grabado medieval y todo el grabado japonés, Doré, Daumier, Valloton, Kate Kollwitz, Grosz, Sergio Sergi, José Guadalupe Posada, Aída Carballo, Américo Balán, Roberto Páez y otros más por si hace falta.
Pero en mi caso, las escaleras y los embaldosados en damero provienen de mi casa natal. Esta escalera, a la que llamábamos “escalera grande” aunque era la única, es una obra de carpintería en un tramo largo, que se curva para enfrentar al visitante, que espera después de entrar y mientras deja los abrigos y las carteras. El descenso desde la planta superior es un tópico aristocrático teatralizado y retomado por la alta burguesía para deslumbrar al visitante. El descanso y el tramo corto están suspendidos en el espacio al igual que todo el hall superior, que en su desarrollo presenta espacios aéreos de gran amplitud.
El embaldosado es un damero oblicuo, detalle sobre el que me llamó la atención Fermín Eguía y que tiene orientación marcando los cuatro puntos cardinales, además este diseño se repite arriba con la misma dirección.
Los personajes del cuadro del fondo son mi padre y mi madre a la manera de Velázquez en Las Meninas con su espejo. Los otros no están claros, puedo ser yo el viejo que baja, la niña mi hermana Nany, muerta hace mucho y el personaje que se ve a lo lejos luego de varias estancias y que también recuerda a las Meninas, puedo también ser yo ya afuera de la casa y libre de su embrujo. En uno de los bocetos aparece un gigante desde abajo de la escalera grande, donde está la entrada al sótano.


Desarrollo y grabado: Alfredo Benavidez Bedoya.