jueves, 27 de enero de 2011

El primer grabado de Buenos Aires.



El grabado en la Argentina durante el período hispánico.
El primer grabado realizado en Buenos Aires
fue para pedir perdón.
La venta de indulgencias en el Buenos Aires del siglo XVIII.


Título: El grabado en la Argentina
durante el período hispánico.
Autor: Rodolfo Trostiné.
1949
Buenos Aires
Edición del Autor.
Observaciones: libro aparecido en la Galería Mar Dulce, galería que frecuentemente es un lugar de aparecidos. Los objetos, obras de arte o libros aparecen y son bien vistos en el Moderno Palermo o Poderno Malerno o Mopaldermo, en fin como quieran. Es un libro indispensable para conocer la historia del grabado en el virreinato. Tiene muchos datos, algunos conocidos y otros no. Una verdadera curiosidad es que el primer grabado impreso en Buenos Aires sea uno (el que vemos a la izquierda) donde tres Papas otorgan 200 días de indulgencia a los pecadores argentinos. Quiere decir que cuando estén penando en el Purgatorio, si muestran el grabado, o las autoridades del Purgatorio saben que han pagado a la Iglesia las indulgencias, podrán subir al Cielo 200 días antes de lo previsto por la pena que corresponde a sus pecados. Los argentinos compraban cheques al clero que acortaban la penitencia en el Purgatorio, era por tanto una joven sociedad pecadora. Se trata de un grabado que acompañaba un folleto que reproducía Himnos a la Santísima Trinidad, el Trisagio, al orar con él se obtenían indulgencias para mejor soportar la penitencia purgatoria. Se ven dos querubines, el triángulo que representa a Dios, los Siete estigmas de Cristo y los tres Papas sosteniendo la Tierra con tres cadenas. La cartela inferior dice:“El Obispo de Buenos Aires concede 200 días de indulgencias como se ve de este Trisagio”.
Este grabado fue publicado en 1781 y su autor fue el español, natural de Valladolid: Antonio Callejas y Sandoval, muerto en Buenos Aires en 1793. La ilustración decorativa de la portada es un grabado en madera y la estampa del Trisagio un aguafuerte o, más probablemente un buril, ya que su autor era un platero reconocido.
Análisis y archivo: bb