domingo, 25 de mayo de 2014

La Melancolía numérica.

La Melancolía numérica. La Melancolía 6. Dibujo a lápiz sobre papel Schoeller Durex de 180 gramos. Tamaño A4. Autor: Alfredo Benavidez Bedoya. El pitagorismo está muy presente en la Melancolía y en el pensamiento de todo artista visual, pues la base matemática de la composición es innegable. Bueno, cuando esto se conocía y se lo tomaba en cuenta, aunque no es preciso a veces estudiarlo, basta con haberlo adivinado solo de chico y empezar a dibujar bien desde niño. ¿Qué quiere decir bien? Tengo una respuesta clara pero me la reservo. Pitágoras nació en la isla de Samos entre 580 y el 570 antes de Cristo, se fue a Egipto, donde estudió la geometría y se inició en los ritos egipcios, volvió a los 50 años a su isla y se tuvo que exiliar en Sicilia. Es allí donde sus enseñanzas tuvieron un gran éxito, a su muerte los pitagóricos tomaron el poder en varias ciudades formando la “Liga Crotonense”. Dentro de la confraternidad pitagórica las categorías eran las siguientes: primera categoría para los filósofos matemáticos, segunda categoría para los filósofos políticos sociales o nomotetas y la tercera categoría para los políticos, que eran meros agentes de ejecución de las órdenes y de enlace entre las ciudades. Eran sabios los pitagóricos, los políticos para los mandados. Las matemáticas entendidas por los pitagóricos no eran las de hoy en día, ante todo concebían dos clases de números: el Número divino, que era un número vinculado con la Idea y era considerado puro y otro número, que era el que conocemos y era considerado el Número científico. Esta diferencia de números da lugar a dos tipos de Aritméticas, a dos disciplinas: la Aritmología, que era la mística del Número y tenía tendencia metafísica, la Aritmética que se ocupa del Número científico abstracto y el Cálculo, que sería nuestra Aritmética que trata sobre los números concretos. La Aritmología fue especulando sobre la presencia del Número en el mundo y a vincularlo con fenómenos naturales, llegando al hermetismo, a la numerología y a la magia numérica, magia que era considerada algo real, en el Egipto que conoció Pitágoras. Los pitagóricos pensaban que el Número era una multitud limitada o una combinación de unidades. Pensaban que el Número Divino, el 1, al partirse en otras unidades daba lugar a los otros números. El mundo al alejarse de la Unidad Primera, la unidad divina, más se hunde en la Materia, más indefinido se vuelve. Es por eso que se busca lo escaso, porque lo escaso está más cerca de la Unidad primera. No se trata de la igualdad entendida ideológicamente. El mundo al seguir partiendo la Unidad primera, va perdiendo calidades, se dirige a la anomia, se transforma en lo indiferenciado. Tiene algo de la Teoría del Big Bang. Nicómaco de Gerasa habla de una multitud limitada, finita, eso nos lleva a pensar que el conjunto de partículas o unidades al volverse completamente iguales entre sí, e iguales a la partícula generadora, se estabilizan al desaparecer la fricción, por eso la partición permanente cesa y el sistema queda en reposo. En ese momento yo creo que comienza la lenta pero paulatina concentración otra vez, no se repite lo mismo pero la reconstrucción de la Unidad Primera es el objetivo, y después otra vez se vuelve a partir, todo una y otra vez. Lo escaso cuando todo se vuelve indeterminado es algo que conserva más propiedades de la unidad generadora, o sea Dios o el Big Bang. Por eso nos gustan las mujeres hermosas, porque son escasas y tienen algo más que las otras no tienen, si todas fueran hermosas buscaríamos a las feas, a las distintas. Lo feo sería aquello que está más indeterminado o menos determinado por armonías geométricas o propiedades que la Unidad Primera contenía en exceso, por eso el Big Bang, digo. El oro si estuviera tirado por las calles como si fueran piedras vulgares, ni siquiera lo levantaríamos, se aprovecharían sus propiedades físicas y nada más. El verdadero motor de la lucha de clases, es la existencia de los escaso. Con las monedas igual, la llamada inflación es la partición sistemática de un valor sin respaldo. El dólar americano es escaso para nosotros, por eso se busca si la moneda propia está muy partida, como de hecho se partían las monedas de a cuartos, al traer marcado en su diseño las líneas de golpe para el cortafierro. Las reflexiones místicas y metafísicas sobre el Número Divino y su multiplicación en el resto de los números, llevó desde la numerología, la magia y otras ocupaciones herméticas, a darle a los números significados asociados con el mundo y sus fenómenos. Me refiero sólo a algunas de estas interpretaciones, ya que hay muchas más: el cero como todos saben es un invento árabe, los pitagóricos partían desde la Unidad y retornaban a ella, no conocían el cero, pero al ser incorporado a los sistemas decimales también se lo llenó de significados. Se lo relaciona con la Obra completa del alquimista. Es el contrario, opuesto y reflejo de la unidad, el ser y el no ser, el cero es la forma perfecta, es el huevo como símbolo de lo latente y potencial. El Uno es el símbolo del Ser. La Unidad Primera como principio activo que se fragmenta y origina lo múltiple. El Dos es un opuesto al Uno, un eco, un reflejo, se presenta inmóvil por equidistancia de fuerzas. Es la sombra del Uno, es un número nefasto. El Tres es la síntesis espiritual, la Trinidad, es la resolución del conflicto contrapuesto entre el Uno y el Dos, la resolución del dualismo. Triángulo equilátero con tres puntas: nacimiento, cenit y ocaso. Al cuatro se lo conoce como el símbolo de la Tierra, de sus cuatro estaciones y sus cuatro puntos cardinales, es el número de las realizaciones concretas. El cinco es la Péntada. Es el número de Afrodita, la Diosa de la unión fecundadora, es el número de la armonía, de la salud y la belleza del cuerpo humano. Es la Quinta Esencia, los cuatro puntos cardinales más el Centro. El Pentagrama, los cuatro dedos más el pulgar, la estrella de cinco puntas. El seis aparece en la unión de dos triángulos, es el símbolo del alma humana, el equilibrio de la balanza (como la que aparece en La Melancolía), representa al Hermafrodita, arquetipo de la unión de los opuestos y se lo considera el número de la prueba y la realización al haber sido seis los días de la Creación. El siete es otro Número importante. Se lo considera el Orden completo, el ciclo completo o período consumado. Contiene las seis direcciones del espacio más el Centro (los cuatro puntos cardinales, el arriba, el abajo y el centro de todo). Es la suma de lo ternario más lo cuaternario. Al ocho por su misma configuración gráfica se lo asocia a la serpiente que se muerde la cola, el ouroboros. Por eso representa la regeneración. Esto es posterior a la Grecia clásica porque los griegos no usaban nuestros números, a éstos los representaban con letras de su alfabeto. El nueve vuelve a insistir en el triángulo con la triplicidad de lo que ya es triple. Representa en forma completa al mundo corporal, espiritual e intelectual del Hombre, el nueve es el límite antes del retorno a la unidad. El Diez es el Número de la perfección, y simboliza la totalidad del Universo. Es el Número de la Perfección por sumar dos Péntadas, porque es el retorno a la unidad en los sistemas decimales y porque está generado por la Tetractys (griego), Tetractus (latín) o Tetracto el uso nostro. La Tetracto es la suma de 1+ 2+ 3+ 4+ = 10. La Tetracto en la Melancolía va a ser mi aporte personal a la interpretación de este maravilloso grabado. Texto y dibujo: BB (Continuará)